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Buscá información sobre…

¿Quién no dio alguna vez una consigna de este estilo?

Quién esté libre de pecado… ¡Que arroje la primera piedra! (y si es posible que haga sapito 😉 ). O en el caso de la escuela, podríamos reformularlo así: quién nunca dio la consigna «Buscá información sobre…», ¡¡¡que levante la mano!!!

Sí, sí, todos culpables. Yo también he dado esta consigna en alguna ocasión hasta que me di cuenta de la locura y ambigüedad que estaba proponiendo. Creo que coincidió con la llegada de Internet y el auge de Wikipedia. Así, el buscar información sobre… se resumía para los estudiantes en imprimir cuarenta hojas sobre el tema y llevarlas a la escuela. ¡Una verdadera locura! Inabordable por donde se lo mirara; los chicos claramente no habían leído el material y el tiempo en la escuela tampoco permitía siquiera una selección de lo más importante.

Sin embargo, pasa el tiempo, ¡nos vamos poniendo viejos! (como dice la canción) pero no se nos van las mañas. Seguimos insistiendo con: «Buscá en Internet y averiguá….», «Investigá en la red y escribí los hechos más importantes de la vida de Manuel Belgrano».

Son consignas amplísimas; si en casa no hay alguien que oriente a los chicos respecto a qué sitio consultar de Internet o qué parte del texto es importante, nuestros estudiantes están perdidos «como turco en la neblina». Y no es su culpa. Tenemos que empezar a orientarlos un poquito, enseñarles qué sitios son confiables, qué es lo que queremos que investiguen (puntualizando bien los datos que requerimos).

Reformulemos la consigna; a ver, por ejemplo:

Averiguá en www.elhistoriador.com.ar quién fue Manuel Belgrano. Puntualmente, buscá en qué año nació y falleció, por qué se lo recuerda, que otras tareas desempeñó además de ser creador de la Bandera, etc.

¿No te parece que así la consigna va a resultar un poco más fácil y adecuada para la edad de los chicos de la escuela primaria?

Incluso si el sitio web provisto tiene demasiada información o está organizado de manera confusa, quizás convenga también decirles en qué pestaña pueden encontrar la información.

De golpe se me ocurrió una analogía. Volvamos a la era pre-internet. Decirles a los chicos que «busquen información sobre….» sería como mandarlos a la biblioteca a que encuentren el libro apropiado y de allí extraigan la información correspondiente (con la diferencia que los libros suelen ser mucho más confiables que las cientos de páginas que circulan por Internet). Además en las bibliotecas hay una bibliotecaria dispuesta a orientar a los estudiantes (el equivalente en el hogar, sería la familia, siempre y cuando supieran más que los chicos en estas cuestiones).

Y la consigna reformulada sería, manteniendo la analogía, «busquen en el libro que les doy, tal información» y si no lo encuentran pueden consultar en el índice.

Estoy convencido que en pleno 2021 tenemos que enseñar habilidades de búsqueda y selección de la información, discriminando fuentes confiables de aquellas que no lo son. ¿Por qué nos costará tanto hacer el «switch» a la era digital?

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