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reflexiones

La gamificación educativa

“Los chicos aprenden mejor si se utiliza como estrategia privilegiada, que jueguen a ciertos videojuegos educativos”

“Los videojuegos son una buena herramienta porque los chicos se enganchan, se divierten y aprenden

¿Quién puede dudar de las afirmaciones anteriores? Suenan muy convincentes, si bien hay algunas cosas que me gustaría dejar planteadas en este artículo.

En primer lugar, me pregunto ¿Por qué necesitamos involucrar a los videojuegos en el aprendizaje, para lograr que éste sea interesante o “entretenido”? Si los chicos son naturalmente curiosos y están predispuestos a aprender con alegría ¿por qué necesitamos este recurso para que aprendan motivados?

¿No será que en el fondo no sabemos cómo enseñar de un modo interesante y por ello recurrimos a cuanto artificio aparezca por delante nuestro?

¿No será que la escuela enciclopedista, en su afán por transmitir demasiados contenidos, mató la curiosidad?

Me queda la impresión que partimos del supuesto que el conocimiento es algo difícil, aburrido, abstracto, que requiere mucho esfuerzo y que por tanto hay que edulcorar para que los niños lo aprendan “sin aburrirse”.

Me vienen a la memoria imágenes de mi infancia, escuchando fascinado a mi mamá contarme de sus experiencias durante la guerra. Ella nunca necesitó gamificar la experiencia para que yo le prestara atención y me mostrara motivado. El contenido era fascinante en sí mismo.

Por otro lado, en el caso en el que decidiéramos incluir un juego informático, deberíamos preguntarnos qué tipo de aprendizaje favorece, dónde pone el eje (en el contenido o en la dinámica propia del juego), si tiene en cuenta la didáctica propia de la disciplina que está enseñando. Por ejemplo, si es un juego sobre “las partes de la planta” y la consigna invita a completar con las palabras correctas en los casilleros vacíos, se estaría repitiendo un clásico ejercicio de la escuela tradicional pero en un soporte informático. Además, en este caso tampoco se estaría teniendo en cuenta favorecer el razonamiento y mucho menos, el trabajo con el método científico, que resulta clave en esta disciplina.

Por todo lo antedicho, cierro este artículo con la siguiente idea:

“No todo recurso novedoso, es valioso. Es importante notar que detrás de cada cada actividad, de cada tradición pedagógica hay asociada una idea de niño, de enseñanza – aprendizaje, de modelo escolar. Seamos capaces de encontrar lo verdaderamente esencial y genuino en el acto educativo. Sólo así lograremos que los chicos aprendan por placer”

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