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Los guardapolvos blancos

Los guardapolvos blancos, ¿todavía son vigentes?

Todos aquellos que habitamos el suelo argentino seguramente habremos visto en algún momento de nuestra historia personal un guardapolvo blanco. Ya sea por haberlo usado durante nuestro tránsito por la escuela primaria o por haber visto desfilar un colectivo de niños en edad escolar, todos uniformados bajo un mismo color.

Y pareciera que sólo por el hecho de haber existido desde los orígenes de nuestra escuela pública, debe seguir perdurando en el tiempo pese a que los motivos que dieron origen a su surgimiento, resulten completamente anacrónicos.

Veamos esto un poco más en detalle. Los guardapolvos se comenzaron a utilizar en las instituciones como modo de homogeneizar, de mostrar a la sociedad que para los docentes, todos sus alumnos eran considerados iguales, ocultando sus diferencias.

De este modo, pareciera que se lograba el objetivo de “medir con la misma vara” al hijo del carpintero que al hijo del intendente.

¿No les resuena esto a un pasado que ya no existe?

Si en la actualidad seguimos considerando que el guardapolvo permite que se oculten las diferencias entre los alumnos, para que algunos no se sientan superiores / inferiores frente a otros. ¿Por qué no ponemos el énfasis también, para ser coherentes, en impedir que muestren esas diferencias no dejándolos llevar a la escuela un par de zapatillas carísimo o un celular de última generación?

Por otro lado, el color del guardapolvo, blanco, siempre guardó relación con una idea de pureza, de algo inmaculado. En relación a los niños, una idea de inocencia, de cuidado, de limpieza, de pulcritud. Vuelvo a preguntar ¿no les parece que estas ideas son de un pasado muy lejano?

Finalmente existe un grupo de personas que niega la cuestión ideológica y se limitan a basarse en los aspectos prácticos. Es así que dicen que en realidad el guardapolvo surgió para impedir que los niños manchen su ropa. Y si lo pensamos bien, la palabra “guardapolvo” nos daría el indicio que el mismo efectivamente cumpliría esta función.

Sin embargo es interesante observar que cuando se hace una actividad plástica o de pintura, los chicos suelen sacarse el guardapolvo y colocarse una remera desgastada, para evitar manchárselo. Y entonces ¿Qué función cumple esta prenda hoy en día?

Si la escuela intenta modernizarse y ofrecer actividades que involucran el arte, la música, el cuerpo, ¿por qué se sigue usando un guardapolvo que no ofrece las cualidades requeridas para realizar dichas actividades? ¿Por qué no se usa un guardapolvo de color oscuro? ¿Es que todavía seguimos sosteniendo la idea de lo inmaculado? ¿En qué paradigma nos estamos situando?

Para cerrar este artículo, me gustaría decir que en nuestro país se han logrado increíbles avances en legislaciones sobre la infancia. Actualmente está legislado que los niños son “sujetos de derechos” y esto está avalado por nuestro Código Civil así como por la Convención sobre los derechos del niño. Teniendo esto en cuenta y considerando que cada niño es un ser único, irrepetible, original, creativo y que las escuelas están tendiendo a valorar a cada alumno en su individualidad 

¿Cómo se sostiene este criterio con la idea de seguir usando un guardapolvo que borra todas las diferencias (y no sólo las materiales) y homogeneiza? ¿No es tiempo ya de volvernos a replantear esta cuestión?

Para seguir pensando….

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